sábado, 20 de septiembre de 2014

"Salvajes" de asfalto



Hoy me apetece reflexionar sobre nuestra naturaleza salvaje. No me quiero meter en formalismos, ni en estudios científicos... Sólo pretendo dar forma a algo que viene germinando hace tiempo en mi mente: los "salvajes de asfalto".

Esta semana he tenido alguna que otra visita a médicos, y en todas las visitas largas esperas de más de una hora. Dicen que las esperas desesperan, pero eso sólo ocurre si no les sacas partido. En mi caso he tenido la suerte de disfrutar de la compañía de desconocidos maravillosos.

Justo este viernes coincidí con un camarero de una discoteca famosa de Ibiza. Mientras esperábamos que llegara el doctor, estuvimos charlando sobre cómo había evolucionado la fiesta en Ibiza (donde nunca he estado) y una de las cosas que me contó fue que actualmente existen unas nuevas drogas llamadas "caníbal" (MDPB o metiendioxirovalerona); una sustancia similar a la cocaína que provoca reacciones de extrema violencia en quien la ingiere. 



Médicos y enfermeras de Ibiza han sido mordidos por estos llamados "caníbales" o "zombies" que parecen ser extremadamente agresivos.



Reflexionábamos sobre el sentido o motivación de uso de estas drogas.... porque una cosa es "aguantar" la noche", otra es "desinhibirse"... pero en este caso... no responde a nada de ello, según palabras textuales de este chico de Ibiza: "parecen zombies... dan mucha pena. Yo en mi época de más joven me he podido tomar alguna cosa pero me divertía, pero a esta gente no les ves divertirse ni nada parecido". 

Como siempre una idea te lleva a otra. 

Inmediatamente recuerdo el suceso ocurrido en el Mundial de Fútbol de Brasil. El famoso mordisco del uruguayo Luis Suárez. 
No voy a entrar en polémica en este sentido, simplemente me llamó la atención una vez más cómo mientras la FIFA penalizó al deportista por conducta inapropiada, la sociedad le arropó... vendiendo más camisetas que nunca con su nombre. De alguna manera se premiaba el instinto "salvaje" que el futbolista no pudo controlar.


Llego a pensar que hoy en día, sobre todo para los que vivimos en ciudad, lo "salvaje" está de moda. 
Un nuevo salvaje que nace de la metrópolis pero - curiosamente - se postula en contraposición con la misma. Es decir, la propia crítica contra la ciudad, contra la civilización que oprime los instintos básicos...  permite que a su vez "nazca" este tipo de "salvaje de asfalto" que a su vez apenas tendría sentido en pueblos de montaña o lugares donde se vive en un contacto más directo con la naturaleza.

Entorno a la idea del "salvaje" existe un sinfín de representaciones simbólicas, imágenes, valores e incluso intereses creados que darían como para más de una tesis doctoral. No aspiro a ello ahora mismo.
Por tanto, no voy a partir de un concepto complejo y meticuloso del "salvaje", sino de algunos rasgos básicos que más o menos "todos" conocemos desde la cultura popular, intentando disminuir el sesgo etnocentrista:
  1. Un rasgo clásico, incluido en el propio significado de la palabra tiene que ver con la  cercanía con lo "natural" e "instintivo" (el bosque, la selva, dejarse llevar por las necesidades básicas...)
  2. Por otro lado, relacionado con el punto anterior, lo "salvaje" está menos sometido a las normas sociales (menos susceptibles de domesticación)
  3. A nivel estético la descripción del "salvaje" es más compleja... Pero si tuviéramos que resumirla a nivel popular - eliminando la idea más medieval de "seres monstruosos, deformes" - diríamos que pueden caracterizarse por signos que demuestran cierta rebeldía: cabellos largos, tatuajes, pinturas rituales, plumas u otros ornamentos naturales,  perforaciones... 
  4. A nivel de carácter se le tiende a atribuir fuerza, poder (traducido negativamente en algunos casos desde la "peligrosidad" / "agresividad")
Teniendo estos rasgos en cuenta, he recogido - como vengo haciendo - algunos ejemplos o "bones" que me permiten traducir a este salvaje clásico, en mi "salvaje de asfalto".

Bone 1: La droga caníbal por supuesto puede relacionarse con el carácter atribuido al "salvaje", desde una vertiente algo peyorativa y etnocentrista que tiene que ver con la mencionada agresividad, eso sí.

Bone 2: "Entre la Autosuficiencia y el Back to basics".  Muchos consumidores ya no sólo buscan  conectar con la naturaleza con lo puro, lo original y auténtico. También, de manera paralela, conocer los procesos, sentirse más independientes, entender que los cacahuetes no salen de las bolsas de plástico o ver cómo crecen la tomateras en los balcones de casa...

Los huertos urbanos son un ejemplo en este sentido. De cada vez más vemos como se alquilan parcelas de terreno para que la gente de la ciudad pueda hacer de hortelano. Recuerdo a mi querido profesor Ramón Valdés cuando nos decía: "no os confundáis, la mayor invención del ser humano no es la tecnología, sino la agricultura ya que es la única que permite sustentarnos". Por tanto, este tipo de huertos ponen de manifiesto algo crucial de nuestra humanidad y que tan poco se valora... hasta ahora.

La moda del pan puede considerarse otro ejemplo: numerosos son los libros y los cursos en los que se enseña cómo hacer pan desde la masa madre. Y entorno al pan nacen todos los satélites necesarios: tiendas que ofrecen harinas a granel de todos los tipos, panaderías especializadas en múltiples tipos de panes y bollería artesana,  etc.







O incluso múltiples talleres para aprender técnicas tradicionales de tejer, fabricar una cerveza artesanal, etc. Como los que se organizan en Cantabria para aprender desde la extracción de la lana de las alpacas hasta el obtener la madeja o incluso teñirla (www.alpacascantabria.es)




Bone 3: "Mater Natura". Una tendencia protagonizada fundamentalmente por mujeres; mujeres que desean conectar con su parte más instintiva y salvaje. Mujeres que buscan encontrarse a sí mismas  para explotar su lado más natural. Mujeres que en muchas ocasiones se reúnen para danzar en círculo en plena naturaleza, siguiendo el calendario lunar y organizando rituales de lo más curiosos. Podemos encontrar numerosos ejemplos en este sentido, aunque son grupos más íntimos o incluso con un toque de clandestinidad y secretísimo (algo que les hace más evocadores).

Podemos pensar que estos grupos son minoritarios... puede que lo sean. Pero la idea de fondo, el sentir salvaje de la mujer que desea rescatar su lado animal ("hermanas lobas" como se hacen llamar en muchas ocasiones) es algo más extendido, que conecta con los deseos y que hasta Shakira populariza en sus canciones a nivel masivo.

Grupos de mujeres que buscan la unión con la naturaleza



Bone 4: "Ornamentación ritual" Desde la antigüedad hombres y mujeres se han decorado el cuerpo con pigmentos, escarificaciones o piercings.

Dentro de grupos tribales, este tipo de decoraciones corporales cumplen un rol relevante para distinguir a sus miembros (entrada a la edad adulta, estatus, poder mágico...).








Sin embargo, en nuestra sociedad de asfalto se toman símbolos altamente similares pero con un fin distinto:  distinguirse a si mismo del resto (de las "masas"),  expresar su personalidad... Algo  que dice mucho sobre cómo funcionamos y qué necesitamos.








En definitiva, todos podemos tener algo de ese "salvaje de asfalto". Algunos lo expresan con tatuajes, piercings o escarificaciones. Otros reclaman su contacto más puro con la naturaleza, con los orígenes y la pureza...
En cualquier caso nuestro "salvajismo" pone de manifiesto la necesidad de expresar la individualidad frente a la "masificación", la necesidad de recuperar parte de nuestra esencia que tenemos escondida u oprimida. En definitiva no se trata más que de una manera de "gritar" hacia el exterior reclamando nuestro "yo" auténtico.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Storytelling: el poder de las historias reales

Fuente: Facebook Uruapan Michoacan


Esta mañana, como otras tantas, me he puesto a leer las novedades de Facebook y me ha llamado la atención la historia que compartía una colega mejicana sobre el "poder curativo de las trenzas":

"Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas. Que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa.Y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza." (Fuente: Uruapan Michoacan)

Más tarde en la misma mañana, hablando con una amiga he recordado aquella otra anécdota de Lorca que ponía tan de manifiesto la capacidad del poeta de rescatar la belleza de las cosas sencillas, de observar en lo cotidiano, lo mundano, lo ordinario... y otorgarles ese "halo" especial y con encanto que pueden tener. ¡Qué magnifico ejercicio!, ¿verdad?

La anécdota en cuestión era que en una estancia veraniega de Lorca con su amigo Dalí en Cadaqués, ambos fueron invitados a casa de una vecina que, amablemente, sacó una caja de lata de galletas. Al abrirla salieron volando - según el poeta - "mariposas" y según la vecina "polillas". La mujer avergonzada y Lorca entusiasmado por la belleza de la sorpresa, por la libertad que expresaban esos pequeños animalillos.

Recuerdo en este sentido algunos anuncios que recogen  la "magia" de actos sencillos o simplemente humanos, como el famoso spot de Aquarius con Justo Gallego. ¡Qué enternecedor! No me hace falta volverlo a ver para sentir en mi piel la energía que me transmitía... esa emoción que se siente cuando ves a alguien firme, luchando por su pasión incondicional e incondicionada.

https://www.youtube.com/watch?v=wk9jGBjiBZI


De la misma empresa, la marca estrella  - Coca Cola - también utilizaba este recurso para transmitir la belleza de la vida por si misma. Recordemos la campaña de "Estás aquí para ser feliz" con Josep Mascaró de 102 años que con esa voz maravillosa que nos otorga el caminar decía:  "no te entretengas en tonterías, que las hay.... lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta".

https://www.youtube.com/watch?v=tzc3FFJDKU8


Son historias sencillas, humanas pero altamente bellas, con las que fácilmente podemos conectar. Historias que nos ayudan a "parar" y pensar aunque sólo sea por un momento que merece la pena mirar en más direcciones que no sólo sea el "mirar hacia el frente" y seguir por inercia. Historias que nos permiten sacar nuestra sensibilidad y emocionarnos, ¿por qué no?  Historias con alma...

El marketing, en este sentido, puede cumplir el mismo rol que el poeta al dejar aflorar el alma de las marcas por encima de los límites del "cuerpo" (o producto). Más allá de la lógica intención de venta, está la capacidad de "hacernos sentir" la esencia de la marca para podernos expresar a través de ella con símbolos, sensaciones o gestos.

Y precisamente es cuando la marca se toma esta libertad de separarse de su cuerpo cuando mejor podemos conectar con ésta, porque sólo en ese momento también somos libres, no necesitamos comprar nada, sólo sentir.

Quien conozca la obra de Lorca de "El Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín" sabrá que éste ya tuvo que sacrificar su vida para que Belisa pudiera disfrutar de su alma, ya que ésta no podía disfrutar de su cuerpo... A veces... sólo a veces... es un sacrificio necesario para conseguir algo positivo.



Por tanto, busquemos historias bellas, historias sencillas... humanas.... Bueno no, no. No las busquemos. Abramos bien los ojos para verlas, porque están delante de nosotros cada día.