martes, 22 de julio de 2014

Buscando el antídoto a la superficialidad

Siempre me apasionaron las palabras y la manera de describir las emociones de Pedro Salinas - gran poeta español del amor intelectualizado -:

"...Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,irreductible: tú."
Salinas, P.; "La voz a ti debida"

Desde una métrica y unas palabras sencillas, el autor es capaz de lanzar una invitación eufórica para desprenderse de todo lo material, de todo lo que nos constriñe y así poder dejar emerger la esencia o lo que nos hace especiales a cada uno de nosotros.
"Yo no te quiero así, disfrazada de otra", llega a decir el poeta a su "amor"... "te quiero pura, libre, irreductible: tú". Es decir, quiere encontrar lo que la hace diferente, única... especial, y quiere que ella se desprenda de todos los convencionalismos que "tiñen" su esencia.

Aunque se trate de un poema de 1933 su vigencia es absoluta ya que en el fondo lo que plasma es esa necesidad que hoy en día se tiene más que nunca a diferenciarse de las - peyorativamente llamadas - "masas" pero donde en el fondo estamos metidos todos.

Pero bajemos del mundo poético al mundo terrenal..... por mucho que me apetezca quedarme en el primero...

¿Ya?

Esta reflexión de fondo no es nada nueva ni sorprendente, lleva muchos años y tiene aún más lógica en un contexto urbano donde diferenciarse es difícil, donde la que se compra un bañador estampado en Zara o H&M corre el alto "riesgo" de verse duplicada en la playa con otro cuerpo y otra cara -como diría Alejandro Sanz-. Donde se cantan las mismas canciones, se ven las mismas películas, se siguen a los mismos artistas, las mismas tendencias culinarias, nos hacemos los mismos "selfies" en los mismos lugares turísticos y con los mismos gestos... porque nos gusta "formar parte",  "estar al día", porque necesitamos "participar en la sociedad".... porque formamos parte de un grupo, y eso - si se me permite la expresión - es casi indiscutible y no criticable.

No obstante, como siempre, llega un punto de inflexión,  rebeldía. Un momento en el que nos detenemos porque nos sentimos "vacíos", "superficiales" o que de alguna manera hemos perdido nuestra autenticidad. Y en este contexto encajo la actual tendencia de "au naturel" que vengo observando desde diferentes vías.

Son muy escasos y pequeños los "bones" que he recogido para reflexionar sobre esta tendencia, pero aún así espero que nos puedan ayudar a pensar un poco más sobre qué está pasando hoy en día.

Bone 1: "Todos contra la superficialidad de Photoshop"

Quién me conoce sabe que Facebook me sirve como compañero de trabajo (¡ay! ¡la soledad de los autónomos postrados ante un ordenador a quién no cantan los poetas!!). 
Estas u otras redes sociales se convierten en una fuente indiscutible de consulta para "ver" en perspectiva qué se está moviendo por fuera y por dentro de las personas...  

Dicho esto, últimamente no hago más que ver vídeos donde se "denuncia la mentira" de Photoshop, que alarga piernas, quita imperfecciones, te retoca la estructura ósea.... o te transforma en una pizza!!.

Estos vídeos son una invitación a poner freno a la irrealidad de esta herramienta. Se denuncia que Photoshop está marcando uno estándares de belleza irreales que perjudican a la autopercepción (especialmente en la mujer). 

A través de numerosos ejemplos se desmitifican a las actrices, modelos que aparecen en revistas y pantallas con el fin de quitar presión y también de reclamar la belleza de lo natural o auténtico. Y de manera paulatina, algunos de estos personajes famosos también deciden empezar a romper con la tiranía del Photoshop en busca de transmitir unos valores más cercanos a la naturalidad (que suelen tener más capacidad de generar empatía).




Bone 2: "No make up"
Anoche me puse a echar un ojo a algunas fuentes que sigo y me llamó la atención que la  tendencia de "naturalizar" empieza a pisar fuerte en más terrenos, como es el caso de los famosos selfies.
El artículo que leí (de H&M Life; "Au Naturel") empezaba diciendo:
"Las celebridades y modelos ya han revelado su verdadera forma de ser. ¿Eres suficientemente valiente como para sumarte a la tendencia #nomakeup?"
Son palabras muy significativas porque no hablamos de la "superficie", sino del "fondo": "una verdadera forma de ser", de la "valentía" y en el fondo de la autenticidad que trata de contagiarse y teñir las redes sociales.


Bone 3: "Nude Cakes"
El tercer ejemplo es más simple... incluso puede parecer "tonto"... pero sinceramente, no creo que lo sea.
Algunos de las y los que nos hemos metido en tendencias reposteras y hemos disfrutado y sufrido el mundo del fondant, los cupcakes y toda la magia y fantasía que lo rodea, empezamos a estar un poco saturados de tanto..... asúuuuuuuuucar (besos a la gran Celia... esté dónde esté).
Tartas que tardan semanas en construirse, obras de arquitectura efímeras... más bellas por fuera que por dentro. ¿Estamos cansados de ellas? ¿se han masificado tanto que ya nos aburren?

Fuente: Pinterest

En parte el surgimiento de pasteles sin cobertura, desnudos, transparentes.... pero no por ello menos deliciosos apunta nuevamente a esta tendencia, esta necesidad de huir de lo superficial y buscar la pureza, la esencia... y no nos olvidemos: la diferenciación y el sentirse especial, aunque dentro del grupo.

En el fondo estamos buscando ese lado salvaje que perdimos una vez, que maquillamos otra y que ahora toca rescatar de nuevo... Somos salvajes de asfalto en busca de nuestro lado natural, sin renunciar - de momento - al alquitrán. 

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